Por qué me presento.
Izquierda Unida de Toledo me ha propuesto encabezar la lista de candidatos por esta formación al Congreso de los Diputados por esta provincia. Lo que pudiera parecer un simple gesto tiene para mi, un trabajador temporalmente dedicado a la política municipal, un gran significado por lo que supone de voto de confianza y responsabilidad añadida. Se trata de representar a Izquierda Unida, a sus afiliados y afiliadas y a quienes se identifican con este proyecto político, primero en una campaña electoral donde se trata de confrontar ideas y después, si conseguimos el apoyo del electorado, en el Congreso para hacer oír una voz de izquierdas nítida.
No partimos como derrotados ni damos por perdida la batalla antes de tiempo.
Izquierda Unida concurre a estas elecciones generales en Toledo con el convencimiento de que el panorama político en esta provincia y en Castilla La Mancha no es inamovible. Puede y debe cambiar. Porque el bipartidismo es empobrecedor y no refleja la diversidad de nuestra sociedad. Lo hemos constatado, por ejemplo, en las Cortes de Castilla-La Mancha donde las diferencias entre los dos partidos allí representados parecen limitarse a una discusión sobre lo que cobra cada uno que, dicho sea de paso, en ambos casos nos parece demasiado, ofreciendo un espectáculo penoso que sólo contribuye al descrédito de la política y por extensión, de la Democracia.
Izquierda Unida dirige su mensaje y propuestas hacia un electorado que consideramos de izquierdas, al que pretendemos ilusionar y convencer de la utilidad de votar esta opción. En especial nos dirigiremos a los nuevos votantes, los jóvenes, que necesitan un referente político con el que se sientan identificados, que no les defraude y les invite a participar activa y responsablemente en la búsqueda de soluciones a sus problemas. Estamos muy alejados de quienes entienden la política como simple delegación en unos gestores que dicen tener todas las respuestas o de quienes creen que el voto se compra con ofertas engañosas de última hora.
Sabemos que la tradicional cantinela del “voto útil” y una legislación electoral que castiga a las opciones minoritarias, nos hace difícil alcanzar representación en el Parlamento por esta provincia, pero concurrimos con moral de victoria que pretendemos contagiar a quienes se identifican con nuestras ideas.
Izquierda Unida de Toledo me ha propuesto encabezar la lista de candidatos por esta formación al Congreso de los Diputados por esta provincia. Lo que pudiera parecer un simple gesto tiene para mi, un trabajador temporalmente dedicado a la política municipal, un gran significado por lo que supone de voto de confianza y responsabilidad añadida. Se trata de representar a Izquierda Unida, a sus afiliados y afiliadas y a quienes se identifican con este proyecto político, primero en una campaña electoral donde se trata de confrontar ideas y después, si conseguimos el apoyo del electorado, en el Congreso para hacer oír una voz de izquierdas nítida.
No partimos como derrotados ni damos por perdida la batalla antes de tiempo.
Izquierda Unida concurre a estas elecciones generales en Toledo con el convencimiento de que el panorama político en esta provincia y en Castilla La Mancha no es inamovible. Puede y debe cambiar. Porque el bipartidismo es empobrecedor y no refleja la diversidad de nuestra sociedad. Lo hemos constatado, por ejemplo, en las Cortes de Castilla-La Mancha donde las diferencias entre los dos partidos allí representados parecen limitarse a una discusión sobre lo que cobra cada uno que, dicho sea de paso, en ambos casos nos parece demasiado, ofreciendo un espectáculo penoso que sólo contribuye al descrédito de la política y por extensión, de la Democracia.
Izquierda Unida dirige su mensaje y propuestas hacia un electorado que consideramos de izquierdas, al que pretendemos ilusionar y convencer de la utilidad de votar esta opción. En especial nos dirigiremos a los nuevos votantes, los jóvenes, que necesitan un referente político con el que se sientan identificados, que no les defraude y les invite a participar activa y responsablemente en la búsqueda de soluciones a sus problemas. Estamos muy alejados de quienes entienden la política como simple delegación en unos gestores que dicen tener todas las respuestas o de quienes creen que el voto se compra con ofertas engañosas de última hora.
Sabemos que la tradicional cantinela del “voto útil” y una legislación electoral que castiga a las opciones minoritarias, nos hace difícil alcanzar representación en el Parlamento por esta provincia, pero concurrimos con moral de victoria que pretendemos contagiar a quienes se identifican con nuestras ideas.
1 comentario:
Que tal una descentralización Hospitalaria en Toledo y llevar al constitucional la Ley Bono?
Sería divertido la que se liaria.
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